martes, mayo 15, 2007

¿Escuela?

La historia siempre se ha preocupado de mostrar la fuerza de las tendencias de los maestros, el destino dorado de las escuelas modernas y europeas.
Ahora, en medio de un discurso de modas y caminos internacionales, la exisencia de "la escuela" formadora, no es una prioridad. Cuando entré a estudiar arquitectura, siempre tuve la imagen del maestro que me dijiera las bases de sus ideas, no que me mostrara las obras que el libre comercio determina. Más allá de alcanzar mi ideal, encontré a gente que estaba ávida de entregarse, experimentar y demostrar que en el sur se podía generar pensamiento y obra.
Siento un poco de descepción ahora, siento que el destino se truncó y retomar camino solo es más dificil en una región en crecimiento.
Pasar al otro lado es una experiencia, sentarse a escuchar problemáticas nuevas y llevarlas a buen camino es un desafío, sobre todo cuando se siente que aun no se tienen las herramientas. Día tras día, se amplía el conocimiento y las bases para desarrollar los proyectos en la ciudad. El territorio se hace pequeño y ya no basta con rodearse de las imagenes lejanas, falta el campo de investigación necesario para aprender más. Eso es, somos devoradores de imágenes, nos trastornan las nuevas formas y la razón de su existencia. Parece un cuento de núnca acabar, en realidad, ojalá no se acabe núnca.
Espero que las escuelas formen al menos las ganas de buscar y rebuscar, que prendan la ampolleta y no se fijen en lo que construyó alguno por ahi por Cachagua.